La gamificación en la experiencia del cliente (CX) utiliza elementos similares a los del juego, como recompensas, puntos y desafíos, para interactuar con los clientes e inducirlos a adoptar determinados comportamientos. Puede mejorar el engagement y la lealtad de los clientes porque hace que las interacciones sean más divertidas y gratificantes. La gamificación también puede ser útil para mejorar la experiencia interna de los empleados.