Una estrategia de experiencia del cliente es un plan que define la forma en que una empresa gestionará y mejorará las interacciones que los clientes tienen con su marca. Incluye objetivos tendientes a mejorar la satisfacción y la lealtad del cliente, así como sus actividades de promoción o recomendación de la marca, y normalmente implica una combinación de tecnología, procesos e engagement de los empleados.