Los puntos débiles en el journey del cliente son los obstáculos o las frustraciones que los clientes encuentran durante sus interacciones con una marca. Identificar y abordar estos puntos débiles es fundamental para mejorar su experiencia general, reducir la deserción y aumentar su satisfacción. El objetivo principal de la gestión del journey del cliente es eliminar de manera proactiva la mayor cantidad posible de puntos débiles, de modo que los clientes puedan disfrutar de una experiencia lo más fluida posible.